Barbarismo, según el punto de vista normativo reflejado en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), es una incorrección que consiste en pronunciar o escribir mal las palabras, o en emplear vocablos impropios. [1] En lingüística estricta puede corresponder a una forma estigmatizada socialmente, o bien a una innovación lingüística.[cita requerida] El concepto de barbarismo puede también incluir extranjerismos no incorporados totalmente al idioma; se trata de un caso particular de barbarismo en su primera acepción. [1]
Los barbarismos pueden ser prosódicos, morfológicos y sintácticos, según afecten a la prosodia, morfología o sintaxis.
Los barbarismos acaban a veces siendo aceptados por los órganos reguladores normativos ya que su uso se generaliza a todos los registros e incluso a la literatura; v.g. control, hoy aceptado y antiguamente considerado barbarismo. Ejemplos de expresiones que pasan por barbarismos son:
- a grosso modo por grosso modo: Loc. lat. que significa ‘aproximadamente o a grandes rasgos’: «El costo de la vida aquí corresponde, grosso modo, al de México» (Tibón Aventuras [Méx. 1986]). No es normativo anteponer la preposición a: a grosso modo.
- abajar por bajar
- aereopuerto o eropuerto por aeropuerto
- ambos dos por ambos
- americano o gringo por estadounidense
- andé por anduve
- bayonesa por mayonesa o mahonesa
- captus por cactus
No hay comentarios:
Publicar un comentario